EDITORIAL INVITADO

EDITORIAL

Ni un minuto


La Secretaría de Educación actúa con sabia previsión al advertir que sancionará a colegios privados que incumplan la resolución oficial de iniciar el 21 de este mes el nuevo año escolar.
Son muchos los centros educativos que, adelantaron, iniciarán clases una o dos semanas después de la fecha indicada por las autoridades, lo que constituiría una temprana distorsión al calendario de docencia.
La comunidad educativa tiene en este nuevo año escolar que redoblar el compromiso de que jamás se dispendie el tiempo de labor en las aulas, toda vez que la campaña electoral ya en marcha representa un real peligro para el cumplimiento del calendario escolar.
Puede argüirse que una o dos semanas de retraso en el inicio de clases no pondría en serio peligro al cronograma de docencia, pero ese incumplimiento representa una mala señal que las autoridades no deben ni pueden permitir.
Causa preocupación también la advertencia que ha hecho la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) de movilizar a sus miembros en caso de que se produzca otro retraso en la entrada en vigencia del Seguro Familiar de Salud.
La ADP debería asumir el compromiso de garantizar que los más de 50 mil profesores del sistema público de enseñanza por ningún motivo abandonarán las aulas durante un año escolar que por causas exógenas tendrá déficit de tiempo.
Los fines de semana serán siempre propicios para que el magisterio organizado realice asambleas, marchas u otras actividades a las que tienen legítimos derecho, sin perturbar por ninguna razón la labor docente.
Funcionarios y técnicos de Educación con activo compromiso partidario deberían ser advertidos de que por causa de la campaña electoral no pueden abandonar o disminuir sus labores sin que la comunidad reclame su destitución o reemplazo.
Colegios privados, aun cuando se constituyen como empresas privadas, están obligados a obedecer las directrices generales que fijan las autoridades, que incluye iniciar docencia en la fecha señalada por el Consejo Nacional de Educación.
El año escolar comienza indefectiblemente el 21 de agosto con el solemne compromiso entre estudiantes, padres, autoridades y profesores de que no desperdiciarán ni un minuto de clases por ningún motivo que no sea la voluntad de Dios.