Una inmigrante mexicana se declaró el martes culpable de matar a sus cuatro hijos, y describió la forma en que llevó a los niños al sótano y les dio píldoras para dormir, antes de estrangularlos con sus manos en Indiana.
Angélica Alvarez, de 27 años, dijo al juez del distrito de Elkhart, Terry Shewmaker que trató de ahorcarse con un cable de electricidad de una lámpara. Añadió que al fallar en su intento, ingirió píldoras para dormir.
El marido de Alvarez llegó a la casa en Elkhart, el 14 de noviembre del 2006, y la encontró a punto de morir, junto a los cadáveres de los menores --Jennifer López de 8 años, Gonzalo López de 6, Daniel Valdez de 4 y Jessica Valdez de 2.
La mujer dejó una nota en su computadora, y señaló que los niños estarían mejor en el Cielo, dijo su abogado, Juan García hijo.
"Sé que esto suena raro para usted y para mí, pero es lo que ella pensaba en ese momento", dijo.
Alvarez se declaró culpable de cuatro cargos de homicidio, y el fiscal Curtis Hill hijo accedió a no buscar que se le impusiera la pena de muerte. La mujer aceptará que se le condene a cadena perpetua sin derecho a libertad bajo fianza por cada cargo.
Alvarez presentó la declaración después de que Shewmaker determinó que la mujer estaba en condiciones mentales para enfrentar un juicio. Sería sentenciada formalmente a finales de este mes.
Terra/AP
miércoles, 5 de septiembre de 2007
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