
Félix, convertido ahora en una depresión tropical, podría provocar hasta 63 centímetros (25 pulgadas) de precipitación en Nicaragua y Honduras, advirtieron funcionarios la madrugada del miércoles.
Esas lluvias ocasionarían inundaciones y avalanchas en una zona donde muchos habitantes viven en cabañas endebles, apenas asentadas en las laderas de los cerros.
Por lo menos tres personas murieron y unas 5.000 viviendas resultaron destruidas el martes en la región costera de Puerto Cabezas, en el norte de Nicaragua, azotada por Félix, que entonces era un huracán, informaron las autoridades.
En tanto, el huracán Henriette tocó tierra en la Península de Baja California, en México, unas horas después de que Félix llegó a Centroamérica. Henriette, que azotó los balnearios en el sur de la península, obligó al cierre de los aeropuertos, pero no dejó muertos.
Ahora, se dirigía al estado noroccidental de Sonora, atravesando el Golfo de Baja California.
Pese a que se degradó rápidamente de la categoría 5 de huracán a una depresión tropical, Félix provocó temores de que la peor destrucción esté por venir.
Los residentes recuerdan nerviosos al huracán Mitch de 1998, que permaneció estacionado durante días sobre Centroamérica, causando inundaciones y aludes que dejaron casi 11.000 muertos y 8.000 desaparecidos.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami informó que Félix podría causar lluvias torrenciales en algunas zonas montañosas de Nicaragua, Honduras y El Salvador. Ello podría desencadenar deslizamientos de tierra e inundaciones.
msn.com
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