
WASHINGTON - Estados Unidos planea invertir 2.000 millones de dólares durante los próximos tres años en un nuevo fondo internacional para promover las tecnologías de energía limpia y combatir el cambio climático, anunció el presidente George W. Bush.
En su discurso anual a la nación en el Congreso, el mandatario instó a la creación de "un nuevo fondo internacional de tecnología limpia, que ayudará a naciones en desarrollo como China e India a hacer un mayor uso de fuentes de energía limpia."
Estados Unidos está comprometido a trabajar con las grandes economías del mundo y Naciones Unidas (ONU) para concretar un acuerdo internacional que "tiene el potencial de reducir, detener y en algún momento revertir el aumento de gases de efecto invernadero," dijo Bush.
"Este acuerdo será efectivo sólo si incluye el compromiso de cada gran economía," agregó.
Delegados de los países grandes emisores de gases de efecto invernadero se reunirán esta semana en Hawai para impulsar las negociaciones en la ONU para alcanzar en el 2009 un acuerdo internacional sobre el clima que reemplace al Protocolo de Kioto, que expira en el 2012 y que buscó controlar las emisiones de dióxido de carbono.
El Gobierno de Bush rechaza el Protocolo de Kioto con el argumento de que considera injusto que excluye a los países en desarrollo y podría dañar a la economía estadounidense. En cambio, apoya medidas voluntarias y "objetivos" que se fijen para frenar el cambio climático.
Terra/Reuters
Estados Unidos está comprometido a trabajar con las grandes economías del mundo y Naciones Unidas (ONU) para concretar un acuerdo internacional que "tiene el potencial de reducir, detener y en algún momento revertir el aumento de gases de efecto invernadero," dijo Bush.
"Este acuerdo será efectivo sólo si incluye el compromiso de cada gran economía," agregó.
Delegados de los países grandes emisores de gases de efecto invernadero se reunirán esta semana en Hawai para impulsar las negociaciones en la ONU para alcanzar en el 2009 un acuerdo internacional sobre el clima que reemplace al Protocolo de Kioto, que expira en el 2012 y que buscó controlar las emisiones de dióxido de carbono.
El Gobierno de Bush rechaza el Protocolo de Kioto con el argumento de que considera injusto que excluye a los países en desarrollo y podría dañar a la economía estadounidense. En cambio, apoya medidas voluntarias y "objetivos" que se fijen para frenar el cambio climático.
Terra/Reuters